La ostra de la Camarga se produce en Anse de Carteau, un medio que vive en estado de semi-laguna. Este sitio, que se ha utilizado tradicionalmente para la producción de mejillones desde la década de 1980, ha obtenido la autorización para producir ostras tras una loca apuesta y cuatro años de pruebas de evaluación y reflexión. La primera producción vio la luz en octubre de 2016.
Su objetivo es comercializar 1.500 toneladas de ostras de Camarga al año, es decir, el 10% de la producción regional y el 1% de la producción nacional. Esta nueva concha "made in the Mediterranean" complementará las producciones que ya vienen de la laguna de Thau en Languedoc-Rosellón.
La técnica de cultivo en suspensión es la misma que usamos en la cuenca Thau.
Esta técnica consiste en pegar las ostras una a una en cuerdas para obtener una ostra de forma regular y con un mayor índice de pulpa.
La ostra de la Camarga se beneficia de un entorno privilegiado, evoluciona en un entorno natural en un área protegida del Parque Natural Regional de la Camarga donde las aguas son acunadas por el Mistral, la infiltración de agua dulce filtrada naturalmente forma un Un ecosistema que favorece al plancton, las aguas son de una calidad nutricional excepcional, todo lo cual permite que la ostra de Camargue se desarrolle rápidamente.
La ostra de Camarga se diferencia por su forma, tiende a ser redondeada y más redondeada.
A continuación, adquieren todas las características del cuerpo de agua, que le da todos sus sabores.
La ostra de Camarga, un producto de alta gama por las buenas condiciones de cultivo en una naturaleza virgen, al abrigo de cualquier riesgo de contaminación.
Es una ostra hueca, yodada pero no demasiado, carnosa pero no grasosa, y que deja estallar en la boca un delicado sabor a nuez.
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